Las llamadas terapias alternativas o energéticas, se basan en armonizar o restaurar el sistema energético de los chakras o auras que rigen nuestro sistema nervioso, y que al desequilibrarse suelen causar enfermedades a nivel físico, mental o espiritual. La cromoterapia o terapia del color, sostiene que la luz que proyectan los colores son una herramienta útil para tratar estos desequilibrios.
Colores estimulantes como el rojo facilitan la introversión y los problemas como la indigestión y la hipotensión. El naranja influye en la vitalidad física y la creatividad favoreciendo inconvenientes de asma, hipotiroidismo y dolencias musculares. El amarillo suele ser utilizado como un antidepresivo pero resulta muy útil para problemas con la dermis y la indigestión.
El turquesa refuerza el sistema inmunológico, disminuye las inflamaciones. El verde representa el equilibrio y ayuda a la regeneración celular. El azul simboliza la paz y se lo utiliza para tratar las glándulas tiroideas y los ganglios linfáticos. El violeta simboliza la intuición y se lo utiliza para trastornos psíquicos o angustias emocionales.
Cuando nos levantamos y optamos que color utilizar no solo se trata de nuestro estilo personal ya que inconscientemente implementamos necesidades físicas y emocionales que se representan en el tono central del outfit que decidimos vestir.