El dress code o código de vestimenta, refiere a las normas que deben respetarse en un atuendo según la ocasión u evento del cual se participe. Lejos de la trivialidad, líderes femeninas de todo el mundo, nos demuestran que la moda y el glamour tienen una fuerte influencia sobre la diplomacia y la etiqueta, dejando atrás una apariencia sobria y lineal.
Un claro ejemplo lo encontramos en las monarquías europeas que han ganado popularidad gracias al atractivo estilismo de las princesas y reinas consortes. Lejos del estricto protocolo ingles, la Duquesa de Cambridge Kate Middleton, ha optado seguir con la impronta de la memorable Lady Di aportando una imagen jovial y sofisticada, utilizando atuendos con géneros de tendencia y cortes a la moda.
Los contrincantes de estilo Doña Leticia Ortiz, reina consorte de España, y Máxima Zorreguieta, reina consorte de los Países Bajos, son populares por exhibir una imagen glamorosa con diseños de tendencia, colores de temporada y accesorios trendy. Si bien ambas mantienen una imagen sobria, logran combinar con mucha habilidad texturas y colores que las actualizan y las distinguen en cualquier ceremonia que presidan.
Otra gran referente es Michelle Obama que durante su desempeño como Primera Dama de Los Estados Unidos ha dejado un fuerte legado en la moda sustentable , apostando por prendas low cost de diseñadores o firmas desconocidas. Michelle se destaca por utilizar ¿ prendas de cortes simples aunque las realza con estampados y colores vibrantes que sabe lucir con mucha distinción.
La moda es una herramienta poderosa si sabemos utilizarla para destacar nuestro estilo personal, por el cual revelamos nuestra personalidad. Las normas implican prudencia pero no exigen rigidez. Siempre deben ir acompañadas de flexibilidad y armonía