El trench fue diseñado especialmente para los oficiales del ejército británico por el señor Thomas Burberry en 1914. Originalmente, debía ser funcional y resistente, confeccionado con gabardina para asegurar la impermeabilidad y el confort de la prenda.
Considerado como un clásico gentleman inglés, continua reinventándose convirtiéndose en una prenda atemporal, elegante y muy combinable.
En diversas estampas y cortes, con botonadura doble o simple, en sus clásicos colores beige, azul y negro o en colores más vivos, se puede combinar con prendas informales como un jean o con conjuntos formales como el traje.
Independientemente de la edad o el estilo, el trench es un básico que no puede faltar en el guardarropa masculino.