Los buenos modales también se aprecian en Internet

En la vida cotidiana, los móviles e internet se convirtieron en herramientas indispensables para muchas personas, provocando nuevos  hábitos de convivencia que sufren una constante transformación.
Cada usuario debe reconocer su responsabilidad a la hora de utilizar los recursos que le brinda este medio y actuar de una forma ética, teniendo presente que se interactúa con otras personas  aunque se realice por medio de un dispositivo tecnológico.

La Netiquette  

La netiquette surgió cuando un grupo de usuarios de Internet empezó a bocetar una especie de manual de buenos modales para impulsar la feliz convivencia en el ciberespacio, para  impulsar la practicidad de las relaciones.

Normas de buena conducta en Internet:

  • No pierda los buenos modales. Aunque no estemos en contacto directo con la otra persona  recuerde iniciar y culminar las conversaciones con un saludo. La regla también vale para el e-mail.  “La cortesía jamás será demodé»
  • No divulgue datos ajenos sin permiso. El e-mail es maravilloso porque un único mensaje basta para poder realizar decenas de comunicados pero esto no implica perder las formalidades. Algunas personas no están de acuerdo con recibir mensajes grupales, por tanto, se utiliza la función copia oculta (CCO) o con copia  (CC) dependiendo del contexto del mensaje. Esta misma regla es también aplicable a los «spams» (correos electrónicos no deseados que suelen contener publicidad) o a las siempre molestas cadenas de mails.
  • No abuse de los emoticones. El emoticón es muy utilizado en Internet para demostrar emociones pero hay que tener en cuenta que no todos los usuarios conocen sus significados y, también, que a muchos otros les molesta recibirlos.
  •  No escriba e-mails ni chatee exclusivamente en mayúsculas. Para la etiqueta virtual escribir todo en letras mayúsculas equivale a gritar en el mundo real
  • No remplace el trato personal por un e-mail o una sesión de chat. Si bien es cierto que el correo electrónico acorta las distancias, hay cuestiones que se resuelven mejor en un encuentro.
  •  No envíe archivos adjuntos «muy pesados». El emisor no tiene en cuenta que el software de la PC del remitente puede no ser adecuado para el envío.
  • Evite corregir errores ajenos. En Internet todos hemos sido principiantes, por lo tanto, si nuestro interlocutor comete una torpeza, hágale notar su falta si fuera necesario y si la confianza lo permite.
  •  Comparta información de interés. El crecimiento de Internet se debió a que cientos de científicos de todo el mundo intercambiaron información para multiplicar y mejorar los resultados de sus investigaciones. De allí se deriva que el compartir información sea considerado un signo de cortesía virtual.

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